Hace 4 años
.
La Postura del Bambú
A partir de la posición del misionero, la mujer desliza una pierna sobre el hombro de su pareja que echa simultáneamente su rodilla hacia delante. Después de varios instantes en esta posición, la mujer baja su pierna y repite el mismo movimiento con la otra pierna, cada movimiento debe ser repetido varias veces; es una posición graciosa, original y bastante acrobática para las parejas más atrevidas aunque presenta una estimulación limitada y exige una excelente agilidad en la mujer.
La Unión de la Boa
La mujer tumbada sobre la espalda, ligeramente sobre el costado, apoya sus piernas sobre la cadera de su pareja, el hombre puede entonces guiar su pene para penetrarla con suavidad, ella deberá entonces comprimir los muslos para conservar el pene bien asentado y maximizar las sensaciones, es una posición original para hacer el amor con suavidad y sin prisas y es recomendado para el amor tántrico, pero presenta algunos inconvenientes como una amplitud y profundidad de movimientos limitada y riesgos de salida involuntaria si el pene no está correctamente apretado.
La Postura de la Balanza
El hombre debe estar sentado sobre el borde de la cama o sobre una silla y la mujer le debe dar la espalda antes de sentarse sobre sus muslos, una vez que el pene este dentro de ella podrá entonces agacharse hacia delante para llegar a una posición de equilibrio y balancearse a lo largo del pene; para estabilizar la posición, la mujer cogerá apoyo sobre las rodillas del hombre que la sostendrá por los senos, esta posición permite una penetración bastante profunda y una buena amplitud de movimiento vertical, mientras que el hombre puede acariciar fácilmente los senos y el clítoris para llevarla más fácilmente al orgasmo, el inconveniente que presenta es la dificultad de dominar el equilibrio.
La Postura del Columpio
La Mujer le da la espalda a su pareja y puede según su deseo sentarse sobre el, los pies sirviendo de apoyo o bien arrodillarse por ambas partes de las caderas de su pareja, esta última posición favoreciendo una gran amplitud de estimulación; esta posición ofrece una vista excepcional de la penetración para el hombre y un panorama muy excitante sobre las nalgas de la mujer, aparte que autoriza una gran amplitud de movimiento (particularmente en la versión arrodillada), aportando un placer máximo al hombre llevándole rápidamente al orgasmo, aunque para algunos hombres puede ser incomodo el ángulo de penetración
